Confección a medida
El proceso de confección a medida empieza con una conversación intercambiando ideas, visualizando tejidos y materiales.
Una vez el diseño encaminado viene la hora de bocetar varias opciones teniendo en cuenta las exigencias y el presupuesto de cada cliente.
Cuando la trama principal del diseño esta decidida hay que consultar la disponibilidad de los materiales y organizar tiempos para asegurar la viabilidad del proyecto.

El trabajo de tomada de medida puede ahora empezar. Se realiza una primera muestra con una tela similar a la definitiva para que la clienta pueda verse el los volúmenes.
Añadimos, quitamos, cambiamos de idea… Ahí la magia del drapeado ocurre. Cada diseño esta 100% realizado sobre el cuerpo de la clienta.
En todo momento se puede reajustar según nos parezca y siempre teniendo en cuenta el tejido final.
Este proceso de muestra puede necesitar entre 2 y 4 citas. El trabajo a medida es un proceso largo para cual la clienta debe estar preparada y sobre todo disfrutar.
Es un proyecto mano a mano donde la diseñadora y el modelo avanzan juntos equilibrando sueños y realidad.



Una vez la combinación perfecta encontrada pasamos al retoque del patrón y al corte final. En este momento es importante mantener las mismas medidas hasta el evento con una tolerancia de 2cm.
Hay una primera prueba del vestido sin acabar para hacer eventuales retoques según cómo respondan los materiales.
En este momento hay que poder ver cada detalle, ropa interior, zapatos, complementos para asegurarse que la historia funciona por completo. De ahí se empieza la fase de acabados a mano, bajos y bordados.



Para poder realizar todas estas etapas con la máxima tranquilidad y profesionalidad pedimos una antelación de 4 meses para trajes de invitadas y 8 meses para trajes de novia.
Con este margen podemos buscar materiales y responder antes eventuales cambios de talla o ideas.